El caso es que, por lo visto, al Príncipe Guillermo (no el rebelde que se disfraza de nazi, sino su hermano mayor, ese que tiene cara de caballo) le gusta mucho la excéntrica artista norteamericana, autora de himnos discotequeros de la talla de ‘Poker Face’ o ‘Just Dance’. Pero su interés hacia ella no se limita únicamente a la de un seguidor de andar por casa. No. Porque ni su forma de cantar, ni sus composiciones, ni siquiera sus insólitos espectáculos audiovisuales parecen bastarle al joven. Según comentan, lo que a Guillermo le gustaría de verdad es pasar una noche loca e íntima con la nueva diva del pop para, de paso, poder enseñarle el secreto de… su corona.
Sin embargo, ¿qué ocurre entonces con su novia Kate Middleton cuyo compromiso, dicen, está a punto de hacerse oficial? ¿Será un capricho de una sola noche? ¿Él último antes de sentar la cabeza? ¿Una despedida de soltero?
¿Y si finalmente se encendiese la mecha del Amor? ¡La Reina del Pop, Lady Gaga, Reina de Inglaterra! Lo nunca visto.
¡Vamos Guillermo! ¡Ánimo, tú puedes!
